Jaime David Gómez Munguía nació un 29 de diciembre de 1929 en Manzanillo, Colima.
Jaime era un fiel apasionado del Voleibol, siendo este el primer deporte que comenzaría a practicar durante gran parte de su adolescencia.
Durante esta época de su vida recibe el apodo del “Tubo” por parte del periodista Fernando Cortés, quien al observar su potente remate en la cancha dijo “este jugador realmente le pega con Tubo a la pelota”.
Vida futbolística
Jaime poco a poco comenzó a enamorarse del fútbol, y se volvió muy bueno en la portería, posición que perfeccionó hasta convertirse en profesional.
Debutó como futbolista un 5 de mayo de 1950 en el club deportivo Guadalajara contra el San Sebastián de León, de la mano de Fausto Prieto como entrenador.
Llegó a las Chivas justamente cuando empezó la época dorada del equipo, para ese momento el ‘ya merito’ había quedado en el pasado, y el panorama pintaba para muchos campeonatos, un dato curioso es que era el único jugador en las filas de aquel campeonísimo que no había nacido en Jalisco.
El Tubo logró ganarse un puesto en el primer equipo desplazando a Vicente González del arco.
Participó en los VI Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe, realizados en Guatemala en 1950, en fútbol y voleibol.
También estuvo en el II Campeonato Panamericano de Fútbol en el Distrito Federal en 1956, así como también en el III Campeonato Panamericano de Fútbol en San José, Costa Rica en 1960.
Jaime se convertiría sin duda en un emblema de las Guadalajara, sus atajadas y constancia fueron clave en el desarrollo de la institución rojiblanca con el paso de los años, con él bajo los 3 palos el club logro obtener un total de:
6 campeonatos de Liga
3 subcampeonatos
4 de Copas de Oro de Occidente
4 campeón de Campeones
3 pentagonales internacionales
1 Copa México.
Formo parte de la selección mexicana en dos ciclos mundialistas, Suecia 58 y Chile 62 siendo el portero suplente de Antonio “La tota” Carbajal.
Entre las anécdotas más recordadas del Tubo está la ocurrida un 24 de abril de 1955, cuando en pleno partido contra el Atlas se sentó a leer, recargado en el poste, un cuento de caricaturas, debido a la falta de actividad que estaban dando los zorros. Dicho partido terminaría 4-0 a favor de las Chivas, pero la anécdota quedará para la historia.
“Les estábamos dando un baile y ganábamos 4-0, en la tribuna alguien me hizo llegar una revista y me senté en uno de los postes a leer. Fue una burla, claro que le echaba un ojo al juego, no lo descuidaba, pero no llegaban. El árbitro ni cuenta se dio”, expresó Jaime.
Siempre Chiva, Jaime tuvo que salir de la institución al aparecer en escena otro gran portero, Ignacio Calderón, a quien le cedió la estafeta en 1964, culminando de esta forma su gran etapa en las Chivas de Guadalajara.
Posteriormente jugaría tres temporadas con CF Monterrey, una con el club deportivo Oro y una ultima temporada con Club Laguna donde colgaría los botines.
A pesar de su retiro de las canchas, nunca dejó de practicar deporte. Siempre fue una persona enérgica y activa, siempre se le veía participando en los campeonatos nacionales de la tercera edad, en Atletismo, cachibol y basquetbol.
Salón de la fama
En 1971 fue nombrado el más grande deportista manzanillense de todos los tiempos.
Ingresó al Museo y Salón de la Fama del Deporte y el Espectáculo de México en febrero de 1988.
Ingresó al Salón de la Fama del Deporte Colimense en 2004.
El 12 de mayo del 2007 el Ayuntamiento de Manzanillo y el Instituto Municipal del Deporte, conceden el nombre de Jaime Tubo Gómez a la Unidad Deportiva III de la Colonia de las Garzas en Manzanillo, Colima.
En noviembre del 2012, Jaime "Tubo" Gómez fue inducido al Salón de la Fama del Fútbol en Pachuca.
A los 78 años de edad, Jaime Gómez falleció en su casa después de una lucha contra el cáncer de páncreas un 4 de mayo del 2008.
Jaime “Tubo” Gómez fue sin duda uno de los porteros más recordados y queridos por la afición, entregó su vida a defender los colores rojiblancos, y siempre será recordado por lo que fue, una Leyenda.