En el pintoresco barrio del Algodonal, en la bulliciosa ciudad de Guadalajara, nació un equipo de fútbol que marcaría su nombre en la escena del fútbol amateur de Jalisco: el Club Marte.
Todo comenzó con la fusión de dos equipos locales, el Veloz y el Unión, que tenían destinos muy diferentes. El Veloz se encontraba al borde de la desaparición por los malos resultados que venía teniendo, mientras que el Unión a pesar de tener un presente prometedor, carecía de ese factor adicional que le hiciese conseguir títulos. Fue ahí cuando el destino de ambos equipos cambiaría radicalmente.
Todo comenzó con la fusión de dos equipos locales, el Veloz y el Unión, que tenían destinos muy diferentes. El Veloz se encontraba al borde de la desaparición por los malos resultados que venía teniendo, mientras que el Unión a pesar de tener un presente prometedor, carecía de ese factor adicional que le hiciese conseguir títulos. Fue ahí cuando el destino de ambos equipos cambiaría radicalmente.
El señor Simón Satústregui, un respetado miembro del cuerpo de árbitros y arraigado en el barrio del Algodonal, propuso una unión entre el Veloz y el Unión para formar un solo equipo. Esta audaz propuesta fue aceptada, dando paso a una nueva era para ambos equipos bajo un mismo estandarte: el Club Marte.
El nombre del equipo fue seleccionado como tributo al poderoso dios de la guerra de la mitología romana, quien siempre estaba preparado para la batalla, una cualidad que los jugadores deseaban incorporar en la filosofía del equipo.
Primeros años
El gran debut del Club Marte en Primera Fuerza tuvo lugar el 4 de noviembre de 1923, y vaya que no les tocó un inicio sencillo. Se encontraron con un desafío monumental: nada menos que enfrentarse al imponente campeón defensor, el Club Deportivo Guadalajara, que venía de obtener un bicampeonato en los años anteriores.
Contra todo lo esperado, el partido concluyó con un electrizante empate a un gol por lado, con anotaciones de Higinio "Perico" Huerta para el Guadalajara y Pedro García para el Marte. Esta situación tomó por sorpresa a la audiencia, que aguardaba una victoria contundente del campeón sobre el recién llegado del torneo. Este resultado puso todos los reflectores del público encima de Marte, a quienes veían como la posible revelación del certamen.
El torneo siguió su marcha y los marcianos lograron cosechar buenos resultados derrotado a equipos como Colon, Nacional, empatando ambos encuentros ante el Atlas y ganándole esta vez si al Guadalajara por 2-0 en la segunda vuelta. Se dio por terminada la liga el 6 de abril de 1924 y el Marte terminó como subcampeón, aunque algunos colocan al Atlas como tal en dicho torneo.
Década de los 30’s
Tras su emocionante debut en Primera Fuerza, el Club Marte siguió marcando historia en Jalisco como la cuna de auténticas leyendas del fútbol. ¡Imagina el impacto que tuvo en la región! Jugadores emblemáticos como Luis "Pichojos" Pérez e Ignacio "Calavera" Ávila dieron sus primeros pasos en este legendario equipo antes de emprender su camino hacia la Ciudad de México.
Los años treinta fueron testigos de una generación dorada de talentos que dejaron su huella con el escudo del Marte. Sin embargo, hacia finales de los cuarenta, el club enfrentó una crisis deportiva que lo puso a prueba. A pesar de los desafíos, la temporada 1938-1939 vio emerger nuevos talentos como Teófilo García, Primitivo Flores y Ezequiel "Quielo" González, quienes brillaron al representar a Jalisco en competencias nacionales.
Durante esta vibrante década, el equipo contó con figuras como Baudelio Guardado y José Montes defendiendo la portería, mientras que en el campo brillaban jugadores como Pedro Rodríguez, José González, Leopoldo García León, Pedro García, J. Jesús González, Alfonso Valerio, Armando Arceo, Antonio Razón y otros más.
En los años 1940, el equipo experimentó una reestructuración que, lamentablemente, lo llevó a hundirse en las últimas posiciones, alejándose de su gloriosa historia. Con la llegada del profesionalismo al fútbol mexicano, el Marte quedó rezagado, deambulando por las ligas amateurs hasta su desafortunada desaparición en la década de los 50.